martes, 20 de octubre de 2015

Diamante en bruto

Sé que hace mucho que no escribo, pero mi rutina diaria no me lo permite. En esta ocasión, quería invitaros a que conozcáis el blog de moda de mi amigo Unai, que se inaugurará en los próximos días. Aquí tenéis el enlace: https://diamanteenbrutosite.wordpress.com/ Sé de primera mano que hay mucha ilusión detrás y también bastante talento. Comprobadlo vosotr@s mism@s. Echad un vistazo al blog y no os perdáis las próximas publicaciones porque...os aseguro que os van a sorprender!! De hecho, creo que darán mucho que hablar!! Si os gustan, comentadle cositas! :) Hasta pronto, M.G.

jueves, 21 de agosto de 2014

Apocalypse now and here

Desde que te fuiste de mi vida, me cuesta más dormirme por las noches y me cuesta mucho menos madrugar. De hecho, por las mañanas tengo la sensación de no haber dormido nada en toda la noche. Desde que te fuiste, soy un poco más seria, un poco más frágil, un poco más despistada, un poco más distante, estoy un poco más ausente, un poco más irascible, un poco más gruñona. En definitiva, desde que te fuiste, soy un poco menos como yo, un poco más como tú.

viernes, 13 de junio de 2014

Mor(t)almente absurdo

Sentir que me falta el aire. Llorar. Temblar. Querer gritar. Querer acabar con todo. Guardar silencio. Y acabar escribiendo. ¿Absurdo? Mor(t)almente absurdo. Como yo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Desconcierto


No sé bien como explicar porqué aquello era otro universo. La vida allí era un constante vaivén de frenesí, furia, exaltación...eso es lo que era. Era otro universo. Era un universo en el que no había cabida para las palabras porque el embrujo de las emociones que afloraban acaparaba todo el espacio existente.Y todas las fuerzas se conjugaban para que yo siguiera adelante. Sin vacilar, adelante y con paso firme. 
Y yo seguía. No miraba atrás y seguía.  Pero yo... yo ya  no era yo.  Puede que bajo aquella aura de euforia y ansia se intentara resurgir parte de mi ser, no lo sé... Sólo sé que no fue posible, no hasta ahora. 
Y todas las musas se fueron. O estaban allí pero estaban marchitas. No consigo recordarlo... No logro tampoco recordar las palabras que por aquel entonces fueron capaces de embelesarme, de arrebatarme mi sensatez.
Naufragué. No sé muy bien cuándo dejé de ser dueña de mi cuerpo y de mi razón. Ahora miles de imágenes vienen y van como flashes y la llama de la fascinación se aviva de cuando en cuando, pero no motiva a la acción, ya no. 
Sólo siento desconcierto y cierto miedo...
Todos los que quedaron atrás...todos a los que no pude atender durante este pasaje... Todos siguen en mi corazón, aunque mi confusa alma no ilumine lo suficiente como para mostrarme el modo de expresar adecuadamente todo esto...


Las hojas bailan al son del viento. Flotan, acarician, vuelan.. no eligen su dirección. Se dejan llevar. Y bailan, flotan, acarician, vuelan. Luego acaban cayendo, siempre, siempre acaban cayendo. Caen porque el viento no las quiere ya.

jueves, 5 de abril de 2012

No voy a decir que ya me lo dije....



Sabía el riesgo que corría y aun así decidí seguir apostando… y aposté hasta que perdí. ¿Qué otra cosa podía hacer? Pues podría haber salido corriendo, como tantas otras veces, podía haber hecho caso al miedo y haber huido de lo incierto o podía haber reflexionado seriamente... En resumen, podía haber sido menos imprudente, más cautelosa, sí. Sin embargo de ser así ahora estaría, muy probablemente, reprochándome no haberme dejado llevar, no haber aprovechado esa experiencia y mientras tanto seguiría con aquella tristeza y aquel desánimo esperando de alguna forma salir de aquel túnel pero de forma segura. Y de haber sido así, nunca habría aprendido la lección de que no se puede ir por la vida oscilando entre el miedo y el riesgo, que hay que barajar las distintas opciones, considerar minuciosamente las posibilidades de actuación y sobre todo que hay que pensar antes de actuar en lugar de actuar y luego pensar. Si lo hubiera reflexionado, sinceramente no habría seguido con la partida, me habría levantado de la mesa y me habría ido de allí, no sin antes despedirme del otro jugador. Y si hubiera reflexionado incluso antes de que se presentara la posibilidad de huir de la tristeza, si hubiera reflexionado sobre esa tristeza, estoy convencida de que habría conseguido hacer que se evaporase. El pensamiento controla las emociones... conozco bien la teoría, pero es como si nunca recordara que todo puede aplicarse... 
¿Por qué? Porque dejo que la velocidad decida por mí, porque son mis cartas quienes dirigen la partida en lugar de ser mis estrategias las que me ayuden a ganar mis apuestas.  
Pero lo mejor es... que eso puede cambiarse, sí, la teoría va a ser, por primera vez, aplicada.

viernes, 16 de marzo de 2012

Un mar de eses


No es el justificante de mi comportamiento a ratos inmaduro y tal vez errado. Esto no es una limpieza de conciencia, sino una forma más de reafirmarme en lo que ahora mismo siento que es lo apropiado. 
Sólo he encontrado una manera de alejarme de aquellas punzadas de dolor candente, de la desgana, de la oscuridad de la que se pintaba mi alma cada noche... Una forma de apartar esa tristeza que pesa y araña y destruye. Una forma que no es otra que sumergirme en un mar de sensaciones, serenidad y sonrisas... junto a él.   
Quizás luego me lo recrimine...o más bien probablemente luego tenga que arrepentirme.
Pero ya me ocuparé de reparar los efectos colaterales que puedan derivarse de este comportamiento imprudente porque, a pesar de estar eligiendo lo que ahora me proporciona más satisfacción sin tener demasiado en cuenta las posibles consecuencias futuras, cuando el camino de la salvación se superpone al de la perdición pocas vías de decisión quedan abiertas.


Quien juega con fuego, se puede SALVAR.
Y en el peor de los casos, si no me salvo por lo menos habré aprendido algo.

sábado, 25 de febrero de 2012

Debajo de la cama




Debajo de la cama escondemos todo aquello que ocultamos a los demás con el propósito de no hacerles daño o lo que guardamos para contar en momentos más apropiados al observar que su estado emocional no es el más adecuado para recibir cierta información que poseemos.
Debajo de la cama están las emociones que realmente sentimos cuando sonreímos únicamente por facilitar la interacción social o cuando queremos evitar la incómoda situación que se da cuando alguien te pregunta si estás bien y te ves obligado/a a responder que sí por varios motivos, entre los que se encuentran la vergüenza a explicar el problema,  la modestia o la mera protección de la intimidad.
Debajo de la cama están todas esas cosas que no hay que contar.

Y es necesario. Es esencial reservarse un espacio privado. Tenemos que sentirnos con el derecho a guardar para nosotros todo aquello que no queramos desvelar, todo lo que pertenece a nuestro mundo más íntimo y también con el derecho a compartir aquello que creamos oportuno en el momento que consideremos apropiado.