lunes, 19 de septiembre de 2011

Espirales de metal incandescente

Me es indiferente estar entre tus brazos o estar en el infierno, acariciar tu rostro o hundir mis dedos en el mismísimo fuego. Ya nada importa, porque, tras el júbilo y la exaltación de la magia, todo deviene una espiral de metal incandescente que va girando al compás de los látidos de tu corazón, sin tener en cuenta el mío. Todo desaparece tras el velo de humo de arco iris sin dejar ni rastro de tu presencia y tu alma es como los granos de arena que se resbalan entre mis dedos.
Incluso desde lo efímero, sé qué camino debo seguir, lo único que me preocupa es si seré capaz de deambular por esos tortuosos senderos en detrimento de mis sentimientos o simplemente si podré resistir la presión a la que me somete dicha situación.

~Seguiremos navegando.


[Hacía tiempo que no escribía con el propósito de sentirme mejor sino con el de demostrarme que aún podía hacerlo, que aún me valía de la escritura para calmar el enjambre de emociones. No está nada mal. ]