sábado, 25 de febrero de 2012

Debajo de la cama




Debajo de la cama escondemos todo aquello que ocultamos a los demás con el propósito de no hacerles daño o lo que guardamos para contar en momentos más apropiados al observar que su estado emocional no es el más adecuado para recibir cierta información que poseemos.
Debajo de la cama están las emociones que realmente sentimos cuando sonreímos únicamente por facilitar la interacción social o cuando queremos evitar la incómoda situación que se da cuando alguien te pregunta si estás bien y te ves obligado/a a responder que sí por varios motivos, entre los que se encuentran la vergüenza a explicar el problema,  la modestia o la mera protección de la intimidad.
Debajo de la cama están todas esas cosas que no hay que contar.

Y es necesario. Es esencial reservarse un espacio privado. Tenemos que sentirnos con el derecho a guardar para nosotros todo aquello que no queramos desvelar, todo lo que pertenece a nuestro mundo más íntimo y también con el derecho a compartir aquello que creamos oportuno en el momento que consideremos apropiado.  


sábado, 18 de febrero de 2012

Comienza el espectáculo II



Olvídate de todo y empieza. Crea, ¡construye! Olvídate de todo y disfruta del tiempo, del aquí, del ahora, de esta vida que nunca se detiene, de los instantes efímeros, del calor de su presencia, de ella, de mí, de TI. Huye de aquello que detestas y acércate a lo que anhela tu alma. No dejes que te atrape la monotonía. Escápate de la prisión del hastío, de las horas muertas y de las presiones de la gente que únicamente quiere asustarte para dirigir tu vida.
Ten siempre bien presente que eres el único dueño de tu destino, aunque los demás intenten imponerte o, más modestamente, aconsejarte una dirección. Sólo tú sabes cuál es el rumbo a seguir, el rumbo que puede lograr que tu alma de brincos de satisfacción y tu espíritu se llene del más dulce de los sabores, el de la complacencia.   


Olvídate de todo, de todo salvo de ti.