sábado, 25 de febrero de 2012

Debajo de la cama




Debajo de la cama escondemos todo aquello que ocultamos a los demás con el propósito de no hacerles daño o lo que guardamos para contar en momentos más apropiados al observar que su estado emocional no es el más adecuado para recibir cierta información que poseemos.
Debajo de la cama están las emociones que realmente sentimos cuando sonreímos únicamente por facilitar la interacción social o cuando queremos evitar la incómoda situación que se da cuando alguien te pregunta si estás bien y te ves obligado/a a responder que sí por varios motivos, entre los que se encuentran la vergüenza a explicar el problema,  la modestia o la mera protección de la intimidad.
Debajo de la cama están todas esas cosas que no hay que contar.

Y es necesario. Es esencial reservarse un espacio privado. Tenemos que sentirnos con el derecho a guardar para nosotros todo aquello que no queramos desvelar, todo lo que pertenece a nuestro mundo más íntimo y también con el derecho a compartir aquello que creamos oportuno en el momento que consideremos apropiado.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario