sábado, 21 de enero de 2012

Cuentos para no dormir...


"Me llamo Ñ y soy una letra. Nací en la Edad Media. Mi padre era un monje que vivía en un monasterio. Escribía historias y copiaba textos. Siempre tenía mucho trabajo. Cuando era pequeña, me contó que antes de mi nacimiento escribía “nn” cuando quería hacer el sonido /ŋ/ pero, un día, tuvo una idea: poner una pequeña “n” sobre otra “n” para economizar espacio. Y así es como nací.
Primero, debo decir que soy médica y que me hice famosa a la edad de 300 años. En el siglo XVI, la viruela mataba miles de niños. En 1796, logré elaborar una vacuna contra la viruela y, unos años después, me trasladé a España porque quería proponerle al rey Carlos IV la vacunación de todos los niños del Imperio español. Ya que el rey había sufrido de muy cerca la viruela, dado que esa enfermedad había afectado a una de sus hijas, él aceptó mi sugerencia sin dudar.

El 30 de noviembre de 1803 partí hacia los territorios coloniales españoles acompañada de algunos médicos y enfermeros y también con 22 niños gallegos que nos ayudarían con nuestra misión. Tuvimos éxito: vacunamos a más de doscientos cincuenta mil personas, de las cuales la mayoría eran niños, y además, distribuimos libros sobre esa enfermedad.

Cuando volví a España, el rey estaba tan contento que ordenó a la Real Academia Española nombrarme letra del alfabeto español. Como consecuencia, me hice famosa en España, la mayoría de la gente me conocía. Estaba en el diccionario, en los libros, en las revistas…Formaba parte de palabras como “ñoqui”, “ñu”, “niño” y también había palabras en las que estaba dos veces como, por ejemplo, en “ñoñería”. Pero lo más importante es que yo estaba incluso en el nombre del idioma y también ¡en el nombre del país!

Sin embargo, yo era muy ambiciosa, quería estar también en todas las otras lenguas de España. En 1920, fui al País Vasco. El año anterior, había sido creada la Real  Academia de la Lengua Vasca y pensé que tal vez ellos querrían contar conmigo. Les conté mi historia y pensaba que aceptarían añadirme a su alfabeto, pero me dijeron que no, que ellos tenían otras letras más eficaces: la “n” y la “i”. Esas dos letras hacían el sonido /ŋ/ muy bien y la Academia no necesitaba mi ayuda. Yo estaba un poco decepcionada pero no quería rendirme.

De esta forma, fui a Cataluña en 1913. Era el año en el que se había fundado el Instituto de los Estudios Catalanes y quería ofrecerme para hacer el sonido /ŋ/ pero era muy tarde, el trabajo ya estaba cogido. Tenían las letras “n” e “y” que trabajaban muy bien juntas y eran un buen equipo. Después fui a Galicia y me dijeron que no me necesitaban pero que podía quedarme en algunas palabras como por ejemplo en “viño” (vino) o “liño” (lino). Yo me puse muy contenta.

Al final, a pesar de que no estaba en todas las lenguas del país, en España todo el mundo me conocía y tal vez, algún día del futuro, viviré en otros idiomas."

3 comentarios:

  1. Algo recordaba de aquella vez que lo leí, no sé si al final tuviste que traducirme tú o si algo entendí también yo.

    La verdad que es una historia curiosa desde el punto de vista del que la has contado. Y bien podría formar parte de un cuento infantil bueno... quitando un poco las partes más crudas de la historia... xD

    Un abrazo más Alma! Suerte con los exámenes Eoi!

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    1. No me acordaba de que te lo había enviado xDD Tal vez cuando tenga tiempo me de por retocarla y adaptarla a una versión más infantil, por ver como queda... :P Gracias! y suerte a ti también, aunque no te hace falta porque vas a aprobar, ya que lo vas llevando al día (no como otras... xDDD) ^^ Un abrazo! :)

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    2. Digamos que por alguna razón, las respuestas se efectúan en el mismo tablón y no sé por qué no se avisa con mensajes de notificación de esto pero bueno ya lo irán mejorando con el tiempo. I suposse.

      Gracias! Bueno bueno.. quizás el oral y el Listening sean los que me pillen más flojos.. a ver ^_^ Un abrazo más for you ^_^

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